Los peligros ocultos de usar calzos para inmovilizar camiones en muelles de carga
En los muelles de carga, garantizar la seguridad laboral es fundamental para proteger tanto a los trabajadores como a las empresas. Sin embargo, el uso de calzos o cuñas para inmovilizar camiones durante las maniobras de carga y descarga sigue siendo una práctica común, aunque no exenta de riesgos. Pese a su apariencia simple e inofensiva, los calzos presentan importantes peligros ocultos que pueden poner en riesgo la seguridad laboral. Por esto, es crucial entender por qué estos métodos tradicionales pueden fallar y qué alternativas existen para una retención más segura y eficaz.
¿Por qué los calzos no garantizan la seguridad?
Aunque el uso de calzos es frecuente en los muelles de carga, su eficacia depende de múltiples factores que no siempre se cumplen a la práctica, por lo que a veces dan una falsa sensación de seguridad. De hecho, un mal uso o un uso inadecuado de estos dispositivos puede provocar una salida intempestiva del camión, daños a la mercancía o infraestructura, o incluso accidentes graves. A continuación, detallamos algunos de los principales peligros asociados al uso de calzos.
Principales riesgos de usar calzos en muelles de carga.
- Incumplimiento normativo. Según el IRSST y la NTP 1076 del INSST: “…para que (los calzos) sean efectivos, deben tener 45 cm de ancho y 32 cm de alto y calzar una rueda de cada lado del vehículo; si esto no se cumple, el camión, ejerciendo una fuerza de entre el 5% y 10%, puede saltar cualquier calzo. Si estas características no se cumplen, existe la posibilidad de una salida intempestiva del camión o un desplazamiento natural durante la carga/ descarga”. Lamentablemente, esta es una regla que muy pocas veces se cumple, aumentando así el riesgo de accidentes.
- Calidad de los materiales. Los calzos fabricados con materiales inadecuados o que no resisten las condiciones exteriores pueden fallar, especialmente en situaciones climatológicas adversas. La baja durabilidad de algunos materiales puede comprometer la retención, con el consiguiente riesgo de potenciales accidentes.
- Posicionamiento incorrecto. El posicionamiento de los calzos es clave. Estos deben estar ajustados contra la banda de rodadura de la rueda, ni demasiado apretados ni demasiado flojos, pues una colocación incorrecta puede provocar que resbalen o no bloqueen eficazmente el vehículo.
- Sensibilidad a las superficies. La eficacia de los calzos o cuñas puede verse seriamente perjudicada en situaciones climatológicas adversas, como hemos comentado, pero también en pavimentos resbaladizos o superficies con desnivel.
- Degradación progresiva. Con el tiempo, los calzos se desgastan por el uso continuado, la exposición a las inclemencias del tiempo y los impactos. Las grietas, la erosión y el desgaste son factores que reducen significativamente su capacidad de bloqueo, poniendo en peligro la seguridad tanto de los operarios como de los vehículos en los muelles de carga.
- Uso inadecuado. Dado que los calzos son dispositivos movibles y de uso manual, su utilización depende de la voluntad de chóferes y operarios. Si no son automáticos, su uso puede ser ignorado, comprometiendo las operaciones y la seguridad del personal.
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